Llega la cosecha y con ella los interrogantes: qué se espera para los precios
La Capital
Natalia Colombo y Lorena D´Angelo, dos analistas locales del mercado granario, escrutan el escenario de precios y las decisiones de comercialización que tomarán los productores.
Se anuncia la cosecha y con ella llegan los interrogantes: ¿habrá retención? ¿Se darán ventas anticipadas? ¿Cuál el pronóstico de precios que más se acerque a la realidad? Agroclave se reunió con dos asesoras de mercado locales para despejar algo de toda esa ansiedad pre-cosecha.
Natalia Colombo es analista en el Equipo de Research y Asesoramiento de BLD SA. Consultada acerca del panorama del mercado local, la asesora se refiere en primer lugar a la soja. «El productor sojero no vende más allá de lo necesario para cumplir compromisos porque el precio no le convence o porque aún espera una devaluación del tipo de cambio». Acerca de esta actitud, Natalia refiere que éste «es un patrón que también vivimos el año pasado».
Los números hablan por sí solos: «Del ciclo 2014/15 se llevan compradas 3,72 millones de toneladas, lo que representa el 6 por ciento de la producción estimada en 58 millones de toneladas, el mismo porcentaje de lo vendido a la misma fecha del año pasado».
Lorena D´Angelo, analista de mercados y consultora comercial, se expresa en sintonía con el diagnóstico de Colombo. Su opinión es que el 2015 «va ser muy parecido que el 2014» respecto de la comercialización de la soja, pero con valores más bajos, lo que va a impactar en los resultados del productor.
«Como pasó el año pasado, al productor agrícola no sólo le importa el precio de los productos del agro que cosecha sino también las variables financieras que le han hecho retener el grano mucho más de lo habitual». La consultora entiende que la situación se va a repetir este año, a la expectativa de que haya una mejor relación con el tipo de cambio y que los precios puedan mejorar a partir de mitad de año, en virtud de algún problema climático en Estados Unidos.
D´Angelo señala que el productor ya tiene vendido anticipadamente un volumen muy parecido de soja al del año pasado a la misma fecha. «Ambos años están muy por debajo del ritmo habitual anterior. Y este año no es sólo por expectativa de una mejora en el tipo de cambio sino también por el precio con el que, para muchos, los futuros no llegan a cubrir los costos de producción». La analista avizora que «no se cerrará a vender con pérdidas, a la espera de una recuperación posterior».
Respecto a lo que pasará con lo cosechado, Natalia Colombo afirma: «Esta campaña el productor se irá desprendiendo de la soja a cuentagotas y sólo se podrán ver mayores ventas si el precio de la oleaginosa acompaña. Hay que considerar que pronto se comienza a cosechar el maíz, con lo cual el productor buscará colocarlo al mercado (un modo de asegurarse la logística principalmente) llevando a un mayor atraso en las ventas de soja».
Para D´Angelo, este año «se va a vender mucho más a cosecha que el año pasado porque el productor va a necesitar dinero para cubrir sus compromisos ya que las tasas de interés es alta. Lo puede ayudar que en el momento de pagar o refinanciar mejoren las condiciones, pero el manejo financiero va a ser clave para ver las decisiones de retención del productor», define.
¿Si el productor retendrá cosecha? «Sí, el productor va a retener pero no sé si tanto más que este año, va a necesitar pagar y en el análisis de la próxima siembra puede ser cara la financiación si la expectativa de devaluación es menor», responde D´Angelo y admite que lo lamentable es que nuevamente el producto que tiene el productor para defenderse es la soja. Lamenta que no sea el maíz ni el trigo, merced al sistema actual de exportaciones y a márgenes que no mejoran.
Pronóstico de precios. En lo referido a los precios de la soja, «los valores actuales observados en Chicago, que podríamos decir que están en pisos, ya descontaron que en el mundo habrá más soja». Señala Colombo que EEUU produjo en esta campaña 108 millones de toneladas y el polo sudamericano se encamina a una cosecha récord. Argentina alcanzaría una producción de 58 millones de toneladas, mientras que Brasil llegaría a los 94,5 millones. «Y con la prima climática ya jugada, por el lado de la oferta, sólo nos resta esperar si la recolección del cultivo se va a hacer a término. En este sentido es necesario aclarar que en muchas regiones hay excesos hídricos que no sólo ponen en riesgo los cultivos, sino que además pueden llegar a impedir la recolección», menciona la asesora de BLD.
Pero hay otra mirada necesaria: «Es importante considerar la demanda internacional de la oleaginosa. Las ventas externas y la molienda en EEUU están muy firmes y son las que sostienen a los precios en estos niveles». La pregunta que se hace la asesora de BLD es «¿Cuándo comenzará el mercado a mirar la demanda?».
Maíz y trigo. En cuanto al maíz, Natalia señala que del cupo anunciado de 8 millones de toneladas, 6.9 millones fueron otorgados en ROE, mientras los exportadores llevan compradas 5,18 millones de toneladas. «Con el poco interés por parte de exportadores de hacerse de mercadería, es poco probable un aumento de precios en el corto plazo». Y es que según explica, el exportador sabe que en poco tiempo ya entra la cosecha y podrá conseguir buenos valores de compra, «por eso se mantiene pasivo en el mercado». La recomendación de la especialista para el productor, en este caso, es que comprometa maíz con entrega en marzo/abril, de manera de asegurarse la logística, la misma que se espera, sea complicada este año.
Según señala Colombo, en 2015 nuestro país enfrentará competencia en la colocación del cereal, especialmente en la segunda parte del año, con el ingreso de la safrinha brasileña (la misma que hasta el momento se estima en 50 millones de toneladas) y el maíz norteamericano.
Respecto del trigo, los exportadores ya compraron 4,65 millones de toneladas del trigo nuevo, cuando los permisos de exportación llegan a 2.2 millones de toneladas. En el recinto de Rosario, Colombo describe el desinterés por parte de los de exportadores. «El trigo argentino perdió terreno en el mercado internacional. Si bien por el momento, Brasil, el principal destino de nuestro trigo, se está autoabasteciendo, se espera que a partir de marzo entre al mercado internacional en busca del cereal», manifiesta.
«Exportar nuestro trigo a otros destinos ya no resulta competitivo ante la gran oferta europea y de la región del Mar Negro así como de la gran baja de precios en Chicago. También se perdió competitividad por cuestiones internas: la inflación con un tipo de cambio anclado lleva al atraso cambiario», menciona Colombo.
En lo que tiene que ver con precios de este cultivo, «si bien se podían augurar mejoras si se habilitaban cupos importantes para la exportación, luego de habilitarse algo de 1 millón de ROE, esto no movió demasiado el mercado», describe la asesora de BLD.
D´Angelo tampoco observa un buen panorama para los precios de los productos agrícolas, por lo menos en el corto plazo. «Ya los actuales valores dan pérdidas para muchas estructuras productivas. Menores valores impactarían aún más de cara al próximociclo comercial», augura.
Siendo optimista, la consultora retoma algo de lo dicho: «Siempre está la expectativa de algunos problemas climáticos para el próximo ciclo en el Hemisferio norte, tal como pasó en el 2012, lo que puede dar un cambio a partir de mediados de año».
También se señala como importante la situación económica global, «un crecimiento impacta positivamente para los commodities, a pesar que la caída del petróleo puede tener impacto,» dicta Lorena y agrega: «Veo bajas en el corto plazo pero en el largo el contexto puede cambiar». Por último, la consultora refiere que el hecho de que el productor retenga cuando la demanda está activa, «también puede ayudar a los precios locales frente a los internacionales, tal como pasó este año».