El USDA dará claridad pero el clima incertidumbre
Para nuestro mercado la referencia solo podrá ayudar a la soja y al maíz, pero la presión de cosecha del cereal será una limitante
La semana que comienza tendrá condimentos particulares que impactarán en la evolución de los precios agrícolas.
El lunes se publicará el informe del USDA de stocks trimestraels y de área de siembra que confirmará la oferta existente de los productos actuales y dará una base para la oferta futura.
Previo al informe los operadores se posicionaron con sus expectativas donde mostraban en promedio un aumento en el área de siembra de maiz y soja frente a los datos publicados en marzo.
Para los stocks en maíz se espera en promedio que los mismos lleguen a 94,54 millones de toneladas frente a los 70,25 millones del año pasado. El número es importante para conocer la evolución de la demanda doméstica para forraje.
Para la soja, la proyección del mercado es la confirmación de la escasez de la oleaginosa para llegar al número más bajo de stocks de los últimos 37 años. En promedio, los analistas esperan 10,29 millones de toneladas frente a las 11,84 millones del año pasado.
El guarismo de las existencias tienen para la oleaginosa menor incertidumbre que para los demás granos. El mercado cuenta con información respecto de la demanda de exportación y de la industria que permite proyectar con más certeza los stocks.
Igualmente existen algunos analistas que hablan de un futuro ajuste en el número de producción si la cifra de stocks es mayor a la esperada.
El USDA para ajustar el balance usa el concepto de “residual” como una variable de corrección y cuando hizo cambios en la cosecha lo realizó en el mes de octubre al obtener los datos de stocks del último trimestre del año comercial.
Para el proximo ciclo se parte del número de acres sembrados. Para el informe se espera un incremento en el área de soja a 33,25 millones de hectáreas, arriba del dato de marzo, y de los 30,97 millones sembradas el año pasado. Para el maíz el área se espera en 37,52 millones de hectáreas, arriba también de lo informado en marzo pero debajo de los 38,59 millones del año pasado.
Con la superficie proyectada, y los rindes de tendencia, se augura una muy buena cosecha de maíz y un récord de soja.
Para que ambos se logren el clima será el factor clave, teniendo en cuenta que ya está influyendo y continuará haciéndolo hasta julio para el maíz y hasta agosto para la soja.
Las condiciones climáticas actuales distan de ser las ideales, aunque el concepto arraigado de que “lluvias traen granos” en algunas zonas se convirtió en “lluvias traen preocupación”.
Hay muchas zonas anegadas que esperan mejores condiciones climáticas que consoliden periodos de temperaturas más altas con menores precipitaciones.
Los pronósticos de mediano plazo son alentadores para que se produzca una correción hacia lograr mejor situación en los campos y los cultivos también muestran buenas condicones en los reportes semanales del USDA.
Tanto el maíz como la soja tienen más del 70% en la categoria de bueno a excelente para el buen ánimo en los productores estadounidenses que lo sembraron.
Así nos encontramos con variables que presionan a la baja a los precios pero con sostén que puede aparecer por el clima y la demanda.
¿Y a nosotros como nos va?
La evolución de los precios externos es una referencia para nuestro mercado pero no la única a considerar a partir de lo que pasa dentro de nuestras fronteras.
Para el maíz y la soja la influencia externa es importante a partir de las exportaciones de los granos y subproductos.
En el caso del maíz este año la exportación tuvo que dilatar parte de sus habituales negocios por la menor oferta que encontraría a partir de marzo por la siembra tardía y los bajos márgenes registrados.
Así el ritmo de negocios sobre el cereal fue bajo en los últimos meses a la espera de que en junio y julio se despertaran con el ingreso de la cosecha.
Los informes nos muestran que la recolección del maíz no alcanza todavía el 50% del área implantada 13/14, con el consiguiente menor flujo de mercadería al circuito comercial.
Sin embargo, habiendo finalizado la cosecha de soja, con mejor clima también, la cosecha será mayor y la presión en los precios asi lo reflejarán.
El maíz mostró bajas en los precios disponibles en las últimas semanas con diferencias importantes según la fecha de entrega. Todavía se puede aprovechar algún diferencial por la necesidad de la exportación pero pronto se terminará dado que la oferta comenzaría a fluir con la demanda habiendo comprado 9,83 millones de toneladas para hacer frente a los 9,85 millones de Roes de maíz solicitados en el 2014.
La demanda continuará con actividad en la medida que los precios puedan ser competitivos y se pueda operar con algún margen. La capacidad teórica de pago de la exportación está en niveles de usd 153 o $ 1244, arriba de los precios físicos actuales.
La exportación sabe que la colocación al exterior puede durar hasta fines de agosto o principios de setiembre luego la oferta del norte será mas competitiva y deberá ajustar por precio.
En la soja y subproductos, la ventaja continúa por la escasez estadounidense y la demanda externa, principalmente de subproductos que muestra un sector industrial más activo que la exportación.
En las últimas semanas hubo un mayor flujo de negocios que acumuló una comercialización total de la oleaginosa de 23,4 millones de toneladas, levemente debajo del año pasado a la misma fecha (24,2 millones) y representando el 42,3% de la cosecha frente al 49,3% del año pasado.
El productor vendió más soja en las úlitmas semanas para aprovechar los precios y por la necesidad de cubrir obligaciones pasadas y algunas compras de insumos para el futuro.
Las decisiones del productor en cuanto a la comercialización tiene que considerar la disponiblidad de los productos, las perspectivas de precios, las necesidades financieras, las variables macroeconómicas (tasas de interés, tasa de devaluación, tipos de cambio, entre otras) y comenzar a ver los números de la proxima campaña.
Para el trigo 14/15 muchas cartas ya están en la mesa: no hay cambios en los derechos de exportación, no hay aperturas de exportaciones, los costos de los insumos son más altos, los precios futuros bajaron y hay exceso de humedad en algunas zonas.
La suma de los factores deja nuevamente al cereal en desventaja frente a los demás granos. Sin embargo, el productor volvió a tomar el riesgo al sembrarlo en mayor número de hectáreas que la campaña precedente.
Hay que considerar tambien que resta mucho trigo 13/14 sin comercializar que la industria no va a demandar y los compradores externos están desapareciendo, con Brasil sin el Arancel Externo Común hasta el 15 de agosto para comprar trigo Extra-Mercosur, especialmente estadounidense.
Y los mercados ajustan por el precio.
Con excedentes de trigo y maíz local, sus valores están más para bajar que para subir, aunque con alguna referencia externa para el maíz todavía puede haber oportunidades …
Lo que viene…
El primer día de la semana tendrá la publicación del USDA de los stocks trimestrales y área de siembra que marcará el rumbo de los precios, pero luego serán importantes las siguientes variables:
– Clima en las regiones productoras de EE.UU.
– Estado de los cultivos en EE.UU.
– Exportaciones de soja y maíz estadounidense
– Avance cosecha maíz en Argentina
– Negocios de exportación de maíz
– Ventas de los productores locales
– Apertura de exportación de trigo