¿Cuánto vale la tierra en las principales regiones?
Agritotal
La cotización cayó incluso en las principales zonas de producción. También bajó la demanda para arrendamiento
Como un reflejo de lo que viene ocurriendo en el mercado inmobiliario urbano, la situación en torno a la comercialización de campos también enfrenta un contexto preocupante, que repercute directamente en la manera en que se comercializan los lotes.
Así, y según fuentes de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), la tierra hoy se ofrece a valores que se sitúan entre los más bajos desde 2011.
Los valores de la hectárea, volcados en un mapa, según la consultora especializada L. J. Ramos, presentan estos números (ver cuadro):
“Si se lo ve en perspectiva, lo que sucede con los precios puede ser visto como una buena oportunidad para entrar, porque la compra de tierras siempre ha servido para resguardar el capital”, expresó el empresario.
Y agregó: “Las bajas tasas internacionales fuerzan a los inversores a buscar negocios alternativos. Esto permitiría que Argentina pueda canalizar esos fondos. El inconveniente está en las restricciones cambiarias“.
También en este segmento, la trabas para poder hacerse de dólares aparecen como un gran dolor de cabeza tanto para los argentinos como así también para los extranjeros, que además encuentran otro obstáculo: la nueva ley que impide que puedan adquirir más de 1.000 hectáreas.
“El hecho de que el dólar informal esté por los 15 pesos podría, a simple vista, ser un factor que aliente la compra por parte de quienes cuentan con ese capital. Pero lo cierto es que no cambia mucho la ecuación. Diversos factores se conjugan para oprimir la demanda, algo que es celebrado por quienes están esperando que las cotizaciones bajen aún más”, sostuvo un experto del sector.
En tanto, trascendió que los valores de los arrendamientos están hasta un 20% por debajo de los precios del año pasado.
Casi se extinguieron aquellos tipos de contratos en los que el titular del campo queda al margen de cualquier riesgo en la producción.
La menor cotización de la soja en el mercado internacional, sumada al incremento en los precios de insumos -como agroquímicos y fertilizantes- se hace sentir de tal forma en la rentabilidad que yaes imposible sostener los valores de arrendamiento que regían en otros años.
“Ahora el dueño participa del riesgo, aporta insumos u otorga facilidades de cualquier tipo para que el arrendatario mantenga el campo ocupado. Hay fuerte temor a la vacancia”, indicó otra fuente del sector.
“Todo se cierra a porcentaje de producción, frente a una demanda por locaciones de tierras que bajó considerablemente. Sabemos que hay campos que no están siendo trabajados. Antes se pagaba en dólares, que se entregaban por adelantado. Ahora, con tal de que se arrienden, los propietarios hasta aceptan planes de pago en tres cuotas”, concluyó Nordheimer.