¿Se termino la baja? ¿Estan los mercados para un rebote?
En los últimos días, hemos leído algunas notas periodísticas donde prestigiosos analistas locales recomendaban no vender soja ni maíz, insinuando que los mercados habían encontrado un piso o estaban en camino de encontrarlo. Los referidos analistas se estaban refiriendo fundamentalmente al precio local.
Permítanme compartir mi visión sobre el tema, haciendo énfasis en los precios internacionales más que en los locales.
Desde la perspectiva del análisis técnico, hay razones para pensar que el mercado está sobrevendido y que podría sobrevenir una corrección “técnica”, ya que en soja los fondos tienen en estos días la mayor posición “corta” que se tenga memoria.
El mercado está necesitando un catalizador que dispare la necesidad de los fondos de achicar posiciones y, dada la magnitud de la posición de estos, dicha corrección podría ser de relativa importancia.
Tanto los fondos como los comerciales están esperando que el productor estadounidense comience a vender su soja.
La chance de que veamos una corrección depende de que algún disparador obligue a los fondos a cubrir posiciones ANTES que el productor comience a cosechar y vender, podría ser una helada o algún otro factor “por definición impredecibles”. Un Black Swan, al decir de ese genio de los mercados llamado Nassim Taleb.
Ahora bien, desde la mirada de los fundamentos, la perspectiva no es alentadora, argumentando desde una mirada “micro” en primer lugar y desde la “macro” en segundo término. Desde la micro, si los rindes en el Corn Belt y en el Delta confirman las estimaciones de la mayoría de los analistas. Esta mega cosecha nos deja con stocks finales en USA proyectados a fin de agosto 2015 (fin del “año comercial” en el Hemisferio Norte) de aproximadamente 2 billones de bushel de maíz (50,8 M ton) y 0,5 billones de soja (casi 13 M ton).
Así se obtendría la relación stock/consumo más alta en muchos años para ambos cultivos, a la que debería agregarse una situación aún más holgada en Sudamérica.
Claramente los mercados agrícolas están pasando de una situación de escasez durante el 2012/13 a una situación de abundancia para el 2015, y los precios no hacen mas que reflejar este hecho.
Nos preguntamos que debería pasar para que el escenario cambie.
La historia está cargada de sorpresas y la mayoría de los análisis como el que están leyendo en este momento hacen el ridículo a 6 meses vista.
Es difícil pensar que un aumento de demanda vaya a revertir esta situación. La demanda no suele aumentan 20 por ciento en un año. Los cambios son más bien graduales.
En general, los “shocks de demanda” están relacionados con algún cambio regulatorio, como por ejemplo el mandato que impulsó los biocombustibles en Estados Unidos. Si bien es casi imposible predecir esto, vale agregar que no hay nada en el radar en este momento que pueda generar un cambio de tendencia lo suficientemente importante.
Lo que podría excitar a los mercados es un problema climático en Sudamérica en el período dic/feb. Es el único hecho que, por su magnitud, podría retrotraernos a una situación de escasez, y “precios altos”, especialmente en soja. Pero no parece agradable la perspectiva de cambiar cantidad por precio cuando el que baja la cantidad es justamente el destinatario de este artículo: los productores sudamericanos.
Desde la perspectiva macroeconómica, hay un hecho insoslayable, que es la suba del dólar contra la mayoría de las monedas y la probable suba de la tasa de interés en USA en algún momento el año que viene.
La ecuación es bastante simple en realidad. Los datos económicos en USA (fundamentalmente los datos sobre empleo, demanda y confianza del consumidor) están saliendo razonablemente bien.
La Fed ha terminado con su plan de expansión monetaria (Quantitative Easing, en Inglés) y la discusión sobre cuando van a comenzar a subir las tasas de referencia parece estar indicando que estamos más cerca de lo imaginado meses atrás (Jun 2015?).
Al mismo tiempo, Europa, Japón y otros países van camino a expandir la base monetaria y bajar tasas buscando crecimiento y, bizarro desde la mirada local, algo de inflación.
Consecuentemente, los flujos de dinero van hacia USA en busca de mayores rendimientos, tendencia que podría acentuarse hacia adelante, y eso implica un dólar firme.
No hace falta aclarar que “dólar alto” tiene fuerte impacto en el precio de los commodities. Se puede ver en el precio del oro, del petróleo, en los granos…
Como corolario, este mercado puede tener una corrección técnica, pero los fundamentales nos dicen que hay espacio para ver precios aún más bajos.