Por la baja de precios, la campaña agrícola deja quebrantos en campos alquilados
Diario La NAcion – por Fernando Bertello
Los principales granos necesitan rendimientos más altos para cubrir los costos
Por la caída de los precios internacionales de los granos en los últimos meses, que se sumó a los mayores costos en la actividad, la producción de soja, maíz y trigo en campos alquilados del norte bonaerense, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba, donde están las tierras más ricas del país, deja fuertes pérdidas para el ciclo 2014-2015.
Así se desprende de un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina. En el trabajo también se destaca que los productores necesitan rendimientos más altos para cubrir costos superiores a los de 2013.
En soja, con un rendimiento de 3,3 toneladas por hectárea, se proyecta un ingreso total de $ 5534 por hectárea, en tanto que el gasto para hacer una hectárea, incluyendo el alquiler, trepa a $ 6993. La ecuación queda en rojo: en este caso, el margen neto es negativo en $ 1459 por hectárea. Según el trabajo, si el año pasado había que sacar 4 toneladas de soja por hectárea para no perder plata, ahora, baja de precios y mayores costos mediante, es necesario alcanzar 4,3 toneladas, es decir, un 7% más.
Al maíz en campos alquilados tampoco le va mejor. Con 8 toneladas es posible un ingreso total de $ 5803 por hectárea, pero los costos ascienden a $ 8566 por hectárea. Dicho de otro modo, el quebranto es de $ 2763 pesos.
Sorprende cómo se incrementó lo que el productor debe cosechar para no perder plata. El año pasado necesitaba 9,8 toneladas del cereal y ahora, 12,3 toneladas, un incremento por encima del 25 por ciento.
Para el trigo, el balance de producirlo en tierras alquiladas también es negativo. Se pierden 2168 pesos por hectárea, con un rinde de 3 toneladas. Por otra parte, el productor tendría que cosechar este año no menos de 5,2 toneladas por hectárea para no perder.
«Todos los márgenes a rindes promedio nacionales dan quebrantos, debido al aumento de costos y la caída de precios de las commodities. El sector ha perdido competitividad y enfrenta un escenario muy complejo, con caída de valores internacionales, aumento de los costos de producción, incremento del costo del crédito, mayor presión impositiva y servicios», dijo Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Rural.
Ambrosetti advirtió que en este escenario «se consolida una menor utilización de tecnología, que afectaría la productividad». Y explicó: «A medida que nos alejamos de los puertos, las pérdidas son mayores. De esta manera, se retrae la frontera productiva y las economías regionales pierden la posibilidad de diversificar su producción».
En este contexto, asoma una disputa por el valor de los alquileres, muchos de ellos con contratos ya cerrados. Néstor Roulet, productor y ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), realizó un estudio con rindes promedio de los últimos diez años sobre cuánto tendría que pagar el inquilino de un campo para no perder dinero según distintos escenarios de rendimientos de soja.
Para un rinde de 2,5 toneladas por hectárea de la oleaginosa, según Roulet se debe pagar el equivalente a 520 kilos por hectárea. Si se obtienen 3 toneladas, no se tendrían que abonar más de 650 kilos. Por último, para una producción en campo alquilado de 3,5 toneladas no habría que superar los 9740 kilos de alquiler para no terminar en quebranto, según el cálculo del productor..