El clima primero, el USDA después
Se publicaron las primeras proyecciones del 2017/18 pero el comportamiento de los precios lo marca el clima en EE.UU. mientras que en nuestro país las lentas ventas ayudan a los precios.
En el mercado agrícola el clima sigue marcando el ritmo de los precios más allá de los datos que se conocieron la semana pasada y marcan el inicio de una nueva campaña agrícola en el mundo.
El USDA publico sus primeras proyecciones para el ciclo 2017/18 y ajusto las variables de oferta y demanda de la campaña 2016/17 a partir de los datos de producción del hemisferio sur y los del consumo que se registraron en el último mes.
Para el 2017/18 los datos con menos incertidumbre estaban dados por las siembras del hemisferio norte de los cultivos de invierno y algunas proyecciones del lado de la producción de los mismos. Sin embargo, todo es muy prematuro especialmente los guarismos de los granos gruesos que recién comienzan a sembrarse.
Para el mundo las proyecciones iniciales muestran datos de producción menor para los principales granos: trigo, maíz y soja, por ajustes en la cosecha de varios importantes países productores, pero solo ajustando a la baja las proyecciones de stocks finales de maíz y soja y al alza de trigo.
Así el trigo es en mundo vuele a ser el producto más castigado en la proyección inicial del ciclo 2017/18 por el nivel de existencias que alcanza las 258,29 M ton desde las 255,35 M ton actuales que también fueron ajustadas a la suba desde las 252,26 M ton de abril.
El dato de mayor stock se compone a partir de grandes existencias iniciales, de una menor producción mundial (737,83 M ton vs. las 753,09 M ton actuales) pero también con una caída importante en el consumo total del cereal.
En el caso del maíz las proyecciones de producción mundial bajan a 1.033,66 M ton desde los 1.065,11 M de ton actuales, principalmente por los datos de EE.UU. donde se proyecta una cosecha de 357,27 M ton por la menor siembra y la utilización de rindes promedio que están por debajo de los records actuales.
Para el cereal la menor producción, con un consumo global en alza, proyecta una caída de stocks hasta los 195,27 M ton, cifra por debajo de la actual 223,90 M ton y de las expectativas que tenían los operadores previos al informe publicado.
De concretarse un balance de maíz más ajustado en el mundo, con EE.UU. sembrando y cosechando menos, genera un factor de sostén en las cotizaciones futuras del cereal.
El factor mencionado se suma al contexto de retraso en las siembras en EE.UU. por el clima húmedo que limita la actividad en los campos y lleva a muchos productores a plantearse cambios en las decisiones de siembra.
Esta semana es considerada por el mercado como la última para que el maíz sea sembrado en la zona productora núcleo de EE.UU. que le permita, con el clima normal, obtener el potencial óptimo de rendimientos.
El paso de los días sin sembrarse maíz (que puede alcanzar hasta principios de junio) aumenta las probabilidades de un mayor cambio en los acres para implantar soja.
La oleaginosa en EE.UU. también muestra un retraso en las siembras pero con una ventana de cobertura mayor sin que los rindes potenciales disminuyan para afectar la ecuación económica del productor estadounidense.
Con una mayor área de siembra (+7,25% según datos del 31/03) la proyección de producción inicial del USDA fue inferior a la actual para llegar a las 115,8 M ton.
La caída de la cosecha que se proyecta está dada por utilizar en la proyección rindes promedio debajo de los obtenidos en la presente cosecha de 117,21M ton con un rinde de 35 qq/ha.
A partir de la producción 2017/18, con una demanda superior, los stocks finales inicialmente proyectados por el USDA fueron de 13,08 M ton, arriba de los 11,85 M ton actuales pero debajo del promedio esperado por el mercado de 15,32 M ton
Los cambios en EE.UU. marcan el punto de partida para cambios también en los guarismos mundiales.
La producción global de soja 2017/18 disminuye, con una mayor demanda proyectada a partir de los datos de importaciones de China que alcanza las 93 M ton desde las 89 M actuales, que impacta en los stocks finales que se proyectan en 88,81M ton desde los 90,14 M del 2016/17.
El comienzo del nuevo ciclo productivo se produce cuando todavía no se terminó de conocer los datos finales de Sudamérica del 2016/17.
El USDA en el informe mensual ajusto al alza las proyecciones de maíz y soja de Brasil y Argentina a niveles record para el primero y también para el cereal local.
En Brasil se proyecta 111,3 M ton de soja y 96 M de ton de maíz. En Argentina 57 M ton de soja y 40 M ton de maíz. A partir de estas cifras, ambos países tienen más excedentes productivos para colocar en el mercado exportador mundial.
La competencia en el mercado de maíz y soja lleva a los valores FOB a estar presionados por la mayor oferta disponible que se traduce en las ofertas compradoras de los mercados domésticos.
Tanto en Brasil como en Argentina los precios no están más bajos por las lentas ventas de los productores que esperan mejores precios.
La soja se sostiene por la oferta
En nuestro país el productor argentino tiene comercializadas 18,05 M ton de soja y 13,13 M ton de maíz, frente a las 19,1 M ton y 11 M ton del año pasado a la misma fecha, respectivamente.
Además de la diferencia marcada en el volumen total, hay que destacar también la modalidad de los negocios realizados. En la soja el 60,3% no tiene precios así como el 19,5% del maíz, frente al 44,2% y el 6,5% respectivamente en el 2016.
Las menores operaciones con precios hoy llevan a sostener los valores disponibles que no bajaron tanto con la cosecha pero presiona el futuro cuando muchos quieran cerrar los precios.
Los productores de soja local tienen expectativas de mejoras en el futuro a partir de problemas climáticos en EE.UU. cuando finalicen las siembras o en el desarrollo de los cultivos.
La incertidumbre climática es la que genera la volatilidad en las cotizaciones que da oportunidades para cerrar mejores precios en el mercado. Hay que estar atentos a las mismas.
El mismo mercado de la soja nos muestra que las cotizaciones futuras están mejor, para compensar el costo de almacenamiento y financiero pero en el maíz el contexto es distinto.
Los precios futuros del cereal nos muestran que mantenerlo en nuestra existencia sin vender no compensa los costos de traslado por la presión de la cosecha de segunda y la safrinia de Brasil.
La expectativa está en algún problema en EE.UU. que no pueda completar las siembras y se concrete la menor cosecha que ajusta los stocks 2017/18.
Igualmente la mejor recomendación es vender el maíz, colocarlos fondos en el mercado financiero y continuar jugando en el mercado de Chicago con compras de opciones de compra.
Para el trigo ya la atención está en el 2017/18, no hay que desaprovechar los usd 160 ante la expectativa de mayor siembra y las existencias mundiales.
Lo que viene…
Ya con las proyecciones del USDA 2017/18 ahora hay que seguir la concreción de las mimas con el impacto del clima en EE.UU.
Las variables a seguir en el mercado son:
– Avance de la Siembra en EE.UU.
– Clima en EE.UU.
– Accionar de los fondos
– Cosecha en Argentina
– Ventas de productores argentinos
– Tasa de interés y dólar en Argentina